Ayer estaba haciendo mi maleta por segunda vez cuando el extrano* pero no interesante de mi padre me trajo mas zapatos. Dice que hoy en dia hay que cuidarse mucho de donde pisa uno, que las banquetas y los bosques tienen muchos oyos, y que los tobillos son muy fragiles. Tome los zapatos y se los di a mis maestros, a casi todos los que he tenido, para que no se tengan que fijar en donde pisan y me dejen ver en paz. Algunos no entendieron. Mi papa se disgusto un poco, pero pues ultimamente ya se acostumbro a que no le haga caso. Aun asi sigo usando los zapatos que me regalo cuando era muy chico, ya no me quedan. En fin, segui con mi seleccion de ropa, muchas bermudas y algunas playeras de manga larga, no muchas por si hace calor, hay que estar preparados. No pienso llevar nada de gorros ni lentes de sol, prefiero que todo entre como es, o por lo menos como estoy capacitado para verlo, de todas formas luego se pone el sol y ya todo es diferente. Creo que mejor si voy a empacar unas chanclas, minimo, por si hay serpientes, aunque no he escuchado de esos animales. De todas maneras no voy a ningun lado, ya deshice la maleta.
* Mi teclado no tiene e^nes, ni acentos.
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