Los porteros del futbol mexicano y Niezstche (tres)

Partimos esta vez de la premisa de que todos los porteros (al menos los del futbol mexicano) van al cielo.

Por aquellos interminables días llenos de fracaso se topó nuestro trío de inadaptados resurrectos con otro de su calaña. Se llamaba Oscar, Oscar Perez, que en tiempos de tierra y materia fué conocido con el glorificante seudónimo de "el conejo". Lo hallaron durmiendo en un callejón de mala muerte, de poca virtud y de menos concurrencia. Entre dos calles de alto tránsito celestial en donde las direcciones de los conductores eran estrictamente paralelas y la falta de deseos perpendiculares lo dejaron a merced del olvido, o más bien, del desinterés.

Su plan, como llegaremos a ver, era atrevido.

Osado- dijo Niezstche.
Atrevido- repitió Carbajal.
¿Quien es este loco?- se preguntó Marin.

Por esos días, ya dijimos, ninguno tenia presente en su locura otra cosa que la depresión, y ese tal conejo no fue precisamente un respiro de aire fresco. Pero sabía lo que tenía que hacer. Con una elocuencia de avestruz les platicó, luego explicó, dijo, y finalmente gritó su plan.

5 de la tarde, un grupo armado entra en el palacio real del cielo. Las tuberias estan llenas de explosivos y el Señor está en su cama.

Despues de asesinar a la guardia angelica, el comando entra en la recamara del señor...

1 comentario: